Video: infernal tiroteo durante un asalto a una pareja de policías en Ramos Mejía
Ocurrió en la medianoche del domingo, cuando las víctimas salían de una casa en un Audi A4.
Los agentes, de la Policía Federal, resultaron heridos. Uno de los ladrones murió.
Al menos cinco ladrones balearon a una pareja de policías, que respondieron y mataron a uno de ellos.
Era la medianoche del domingo y la tranquilidad en un barrio de Ramos Mejía explotó con otro caso de inseguridad: hubo más de veinte disparos y los gritos de dolor de una de las víctimas de los balazos impactan. ¿El resultado? Una pareja de policías heridos y un ladrón muerto.
“Escuchamos alrededor de quince tiros. Una locura. Apagamos las luces y cerramos las cortinas por miedo”, describió una vecina al canal TN.
El momento al que refiere es el que se vivió horas antes, a las 23.50, en Berón de Astrada al 600: un intento de robo de un auto de alta gama por parte de varios ladrones a una pareja de policías.
Se presume que se trataba de un robo al voleo y que los asaltantes no sabían que se trataba de dos policías federales quienes estaban a bordo del Audi A4 blanco que querían robar, según la investigación del fiscal Claudio Fornaro, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio de Homicidios Dolosos de La Matanza.
Eran casi las doce de la noche cuando un Ford Focus oscuro paró ante la casa de donde salía esta pareja de policías.
Apenas las víctimas subieron al Audi, el otro auto frenó de repente y se bajaron cuatro ladrones armados. Diez segundos más tarde, se escuchó el primero de una seguidilla infernal de disparos.
El registro de varias cámaras de seguridad vecinales dan cuenta de la secuencia y de la huida de los asaltantes.
Ambos policías resultaron heridos: el hombre fue alcanzado en el pecho por uno de los disparos; la mujer, en una mano y una pierna. Fueron trasladados al hospital Balestrini, donde se operó de urgencia al agente de 27 años, integrante de la División Escuela de Especialidades de la Superintendencia Federal de Bomberos de la PFA, que permanecía en estado reservado.
La oficial ayudante fue derivada al hospital Churruca, donde se encontraba fuera de peligro.
Mientras tanto, el fiscal Fornaro consideró que se trató de un hecho de legítima defensa, por lo que no tomó ninguna medida restrictiva en su contra.
El resultado para los ladrones fue dispar: cuatro pudieron escapar –el conductor del auto, que nunca bajó, y tres cómplices que bajaron para cometer el robo–, pero uno murió en el lugar del intento de robo. A unos metros, se encontró una de las armas con que los ladrones abrieron fuego, una pistola calibre .380.
Este asaltante tenía disparos en el abdomen, la espalda y en las piernas. Lo trasladaron al hospital Güemes, de Haedo, donde constataron su fallecimiento. Se llamaba Carlos Ariel Calderón, de 25 años. Era de El Palomar y tenía antecedentes penales por robo.
“El viernes pasado -añadió la mujer que habló ante las cámaras este lunes por la mañana- pasó exactamente lo mismo: una vecina salió de su casa y le pusieron un arma en la cabeza. Le afanaron el auto, la mochila, el celular…”.
Clarín informó en enero y en marzo de este año sobre la creciente inseguridad en Ramos Mejía: algunos de los vecinos contaban entre cinco o seis los robos diarios, desde entraderas y escruches hasta robo de autos y motos.
Mientras se investiga, se sopesan dos cuestiones también ya relevadas por este diario: un móvil y una modalidad de robos. Por un lado, el vehículo que intentaron robar a la pareja de policías es un Audi A4, considerado de alta gama, blanco preferido de muchos ladrones debido al costo de los repuestos de los autos, situación que es propicia para el crecimiento de un mercado paralelo, clandestino de compra y venta de autopartes.
Por otro lado, Ramos Mejía es una zona que, como varias otras de las más hostigadas por la inseguridad, está rodeada de accesos por los que los ladrones se pueden escapar con facilidad y rapidez.
Otro dato que se repite en este caso de inseguridad como en varios otros estriba en que el Ford Focus en el que los delincuentes se movían durante la noche del domingo fue descartado en Fuerte Apache, partido de Tres de Febrero, por lo que podría presumirse que fue también robado y usado para cometer otros delitos.
Este caso se suma a otros recientes en los que policías son asaltados. En Merlo, el sábado por la noche, un agente de civil mató a un ladrón de 19 años para impedir que le robara.
El mismo sábado, pero durante la madrugada, otro oficial mató a un ladrón de 18 años e hirió a otros dos -de 14 y 16 años- en el barrio de San Telmo, luego de que intentaran robarle el auto.
La postura de la ministra Patricia Bullrich
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se expresó en la red social X (ex Twitter) tras el hecho.
"Dos agentes de la Policía Federal se defendieron a los tiros de 5 delincuentes que intentaron robar un auto en La Matanza. Se jugaron la vida en un tiroteo, que terminó con ellos heridos de bala y un ladrón muerto. 'Actuaron en legítima defensa', concluyó el fiscal. Reglamentamos el uso de armas para que actúen sin miedo sabiendo que hay un gobierno que los respalda", indicó.
La reglamentación a la que alude Bullrich se trata de un nuevo protocolo, el Reglamento General Para el Empleo de Armas por parte de los miembros de las Fuerzas de Seguridad Federales, que se publicó en el Boletín Oficial del 13 de marzo.
Mediante este reglamento, se establecen cinco variantes por las cuales los agentes de fuerzas de seguridad federales pueden usar sus armas reglamentarias sin atenuantes posteriores.
La primera de esas variantes aplica en este caso: si se tratara de defensa propia o de terceros, siempre y cuando corran riesgo las vidas.
La segunda, es si mediante el uso del arma reglamentaria se impide la comisión de un delito de gravedad que implique peligro para terceros.
La tercera de las variantes estriba en la resistencia a la autoridad por parte de un delincuente cuando se lo esté persiguiendo.
La cuarta, una de las que más controversia despertó, es el uso de armas reglamentarias cuando se trate de casos de fugas de delincuentes que hagan caso omiso a la voz de alto.
Por último, la quinta variante refiere a casos interiores a los penales o bien en traslados de presos en los que puedan darse situaciones de peligro para efectivos de las fuerzas de seguridad.
En los últimos dos de los casos, Bullrich hizo un especial reparo: precisó que "los agentes deberán siempre identificarse como tales", pero confirmó que hay una excepción: "Hay momentos en que si el agente se da a conocer pone en riesgo su vida y la de terceros".
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