Entras en la habitación de tu hijo. El caos habitual. Recoges restos de comida, ropa desperdigada, abres el armario para ponerlo todo en su sitio... y lo ves. Y entonces te das cuenta de una horrible verdad: tu propio hijo puede ser un peligro. Stephanie Maddox dirige el departamento de Asuntos Internos del FBI, donde supervisa que todos sus compañeros cumplan las reglas.
0 comentarios