10 consejos para un adecuado descorche y servicio del vino.
Para los amantes y entusiastas del vino, conservar botellas y abrirlas en el momento adecuado constituye uno de los placeres de disfrutar de una bebida que se transforma con el tiempo.
Tras haber mantenido una botella en condiciones óptimas, protegiéndola de cambios bruscos de temperatura, de la humedad y de la exposición a la luz, el descorche y la presentación deben estar a la altura de la ocasión. Aquí van 10 consejos para sacar el máximo provecho a los vinos que degustamos en casa:
1.- Un descorche meticuloso puede revelar, incluso antes de probar el vino, si presenta algún defecto. Al retirar el corcho, es crucial examinarlo para asegurarse de que esté en buen estado (sin manchas ni humedad) y sin señales de filtraciones. Un corcho en buen estado es sinónimo de un vino bien conservado.
2.- Los vinos tintos jóvenes, al igual que los blancos, rosados y espumosos, se descorchan justo antes de consumirlos y se sirven de inmediato. Sin embargo, para los tintos añejos que han estado en guarda prolongada, es aconsejable usar un decantador. El decantador sirve principalmente para oxigenar el vino, liberando aromas que pueden haber quedado confinados en la botella. Si no se dispone de un decantador, lo ideal es abrir la botella al menos una hora antes de servir.
3.- La temperatura es crucial para realzar o arruinar la experiencia del vino. Es fundamental servir cada tipo a su temperatura ideal, lo cual influye directamente en la degustación y cómo percibimos sus cualidades.
4.- Si el vino está más caliente de lo recomendado al servirlo, la forma más rápida y segura de enfriarlo es sumergirlo unos minutos en una cubeta con agua, hielo y sal, pues la sal facilita la transferencia de temperatura. Aunque se tenga prisa, nunca se debe recurrir al congelador para enfriar el vino.
5.- Para vinos blancos, rosados y espumosos, que se consumen más fríos que los tintos, es conveniente mantener la cubeta en la mesa para que permanezcan frescos durante la comida.
6.- Si el vino se encuentra demasiado frío como para apreciar todos sus matices, es recomendable servir una copa y sostener el cáliz con las manos durante unos minutos. Esto permite que la temperatura del cuerpo se transfiera a la bebida a través de las palmas, ayudando a que se liberen sus atributos.
7.- La estética de las copas no es solo un detalle visual, sino que influye en cómo se perciben los sabores del vino. El diseño de las copas está pensado para optimizar la entrada del vino en la boca y la interacción con las papilas gustativas. Por ello, disfrutar un vino en la copa adecuada puede intensificar considerablemente la experiencia.
8.- Las copas para vino tinto suelen ser más grandes y con una boca más amplia que las destinadas al vino blanco, ya que los aromas y sabores del tinto requieren más oxigenación para expresarse plenamente. En contraste, las copas de vino blanco son más pequeñas y con una apertura menos amplia.
9.- Al servir vino tinto, blanco o espumoso, la cantidad recomendada es de 150 ml por copa, lo que equivale a un tercio de la capacidad total para los vinos tranquilos, y una copa flauta completa para los espumosos. Así, de una botella estándar de 750 ml se pueden obtener aproximadamente 5 copas.
10.- Cuando se degustan diferentes vinos en una comida o reunión, es importante progresar de menor a mayor intensidad. Esto significa que los vinos blancos ligeros y aromáticos se deben consumir antes que aquellos más estructurados y con crianza en madera. De igual manera, los tintos jóvenes se deben degustar antes que los tintos de reserva. Lo ideal es comenzar por los vinos blancos, seguir con los rosados y terminar con los tintos, para evitar saturar las papilas gustativas.
4 comentarios
bien rico un vinito frio
:106:
link: https://www.youtube.com/watch?v=3j5-afil4B8