La historia del fantasma de una azafata que no abandona su avión
Los aficionados al mundo de los aviones conocen esta apasionante historia al detalle. Se trata del caso de una azafata argentina, a quien le diagnosticaron una enfermedad terminal, y decidió terminar sus dÃas de trabajo en su nave favorita, según su propio deseo, según cuentan los que la conocieron.
Alcides Obdulio Pachecho, investigador de fenómenos paranormales, contó a Más Allá del Misterio que "actualmente el Boeing se encuentra abandonado, porque le sacaron los motores y se los llevaron a España, al tiempo que muchas de sus partes fueron utilizadas como repuestos, pero lo extraño es que parece que nadie se anima a moverlo o desintegrarlo del todo, y desde hace varios años sigue en una pista del aeropuerto Ministro Pistarini de Ezeiza", contó el experto.
La historia tiene como uno de los protagonistas al Boeing 747 matrÃcula LV-MLO, que en el ambiente de la aviación es conocido por todos como MALO por una deformación de sus tres últimas siglas. Los libros de la empresa sostienen que fue el segundo Jumbo incorporado por AerolÃneas Argentinas en el año 1979. "En su momento, era el orgullo de la flota. Llegó a Buenos Aires el 13 de enero de aquel año", indicó Pachecho.
Pero al poco tiempo el espectro se hizo visible nuevamente. "Ocurrió mientras el personal de limpieza ponÃa en condiciones la cabina superior y escucharon ruidos en la sección de primera clase. Uno de ellos bajó por la escalera y en la mitad del pasillo vio una figura humana de pie con el uniforme de azafata de la empresa. Ese fue el verdadero comienzo del mito o leyenda que tiene a la ex empleada como protagonista exclusiva de la historia", manifestó Pachecho.
La vieron caminando por el pasillo
El investigador Alcides Obdulio Pachecho explicó que a mediados del 2001, el Boeing dejó de volar para siempre y quedó a la intemperie en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Pero hay una particularidad, porque se afirma que el MALO fue retirado por 'viejo', pero la verdad es que la compañÃa Air Plus decidió desmontar los motores de la nave y llevarlos a España, para sus propios Jumbos. 'Esto indica que a MALO le faltaba mucho para su jubilación', dijo el pesquisa. Pachecho sostuvo que 'cuando comenzaron a desmontarse los motores, cinco mecánicos escucharon fuertes ruidos dentro de la bodega delantera. Como las puertas de acceso no estaban abiertas, alguien elevó una grúa hasta la hilera de las ventanillas y, para su sorpresa, allà habÃa una azafata caminando por el pasillo.
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