Aún de luto por la trágica muerte de su compañero, la inspectora jefa Emma Gardner sigue culpándose y le cuesta concentrarse. Por eso, cuando la destinan temporalmente a la inhóspita región de Yorkshire, Emma espera poder volver a centrarse en el trabajo y hacer lo que mejor se le da: meter a los asesinos entre rejas.
Pero cuando se ve inmediatamente inmersa en otro violento asesinato, Emma no tiene tiempo para descansar. Desesperada por obtener respuestas y encontrar al asesino, necesita toda la ayuda posible. Sin embargo, su nuevo compañero, el inspector Paul Riddick, tiene sus propios demonios y problemas.
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