Últimas noches del edificio San Francisco (Premio Ateneo de Sevilla) - Blanca Riestra
En 1957, Tánger es ya una flor enferma. La colonia extranjera ve con desconfianza el final de los privilegios de la zona internacional, y se resiste a abandonar su vida libre. Mientras William Burroughs remata el Almuerzo salvaje en su habitación del Hotel Muniria, los Bowles se acuestan con sus sirvientes marroquÃs, a sabiendas de que estos los esquilman.
Pero al mismo tiempo, ocurren otras cosas: una niña bien crece y se enamora, un niño pobre espÃa a una mujer desnuda, un hombre de veinte años jura aprender a leer y lo consigue.
Varios adolescentes se pasean por los prostÃbulos, juegan a la ruleta rusa y se disfrazan de mujer. Los generales y los extraperlistas fuman hachÃs en los bares y discuten. Burroughs escribe, Bowles escribe, todos escriben. Sólo Jane y Carmen no pueden escribir, algo no las deja, se dedican entonces a coquetear con la noche y con la muerte./8476
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