Si las primeras fotos ya te parecieron sacadas de un cuento, espera a ver esta segunda tanda. Yoshkar-Ola sigue mostrando que no necesitas ir a París o Tokio para encontrar ciudades con estilo, color y personalidad propia.

Desde réplicas arquitectónicas inesperadas hasta monumentos que parecen sets de película, esta ciudad rusa sigue dejándonos con la boca abierta.

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