Oh Nescafé Gold Espresso,

vos me excitás con tu beso

hecho de espuma y constante

sustancia tan rozagante.


Oh Nescafé Gold Espresso,

vos valés más que el cerezo

y que la musa sagrada,

con su despierta mañana.


A través de la mañana

me saludás bien la gola,

o quizá alguna tarde

sos buen pasar del gaznate

sos bienestar de la arcana

sensación de fiel jarana

con tu agraciada estola

en mí no tenés parate.


Ojalá que el javo acaso

no te aumente la valía,

pero quizá en mi porfía

yo te tomaría en paso

de ser pobretón o humillado,

o por monedas meado

en el destino de argento

que no descansa un momento.